Tuesday, October 18, 2011

Alernaboy vs. El Pinche Mamón: De cuando tenía enjundia por escribir

Saludos, Mortales.
Aquí de nuevo su servilleta molestándolos de nuevo para pedirles atención y ser el centro de sus conversaciones y comentarios; soy una persona que necesita atención, soy alguien que quiere que los demás se den cuenta de que existo; por eso escribo blogs. ¡Ha-Ha!

Pues hace días, como algunos lo saben, cumplí [ponga un número] años (el día mejor conocido como Alerna Day) y clásico que haces la remembranza,te llega la nostalgia de que el tiempo pasa en chinga y sigues en las mismas o de que te sientes más ruco; pensamientos típicos como cuando tomas las 12 uvas el 31 de diciembre deseándote lo mejor para el año venidero...

Pues bien, cumplí un año más y días antes a la gran celebración, visité mi querido y amado blog. Sí, este pinche blog que lleva desde el 2004; cuando tenía [ponga un número] años y mi mundo era quizá más fácil o más difícil que el de ahora. No lo sé. Lo que sí sé es que, no mamen, escribía de otra manera.... (Y aquí viene la maldita nostalgia mamerta que todos odian leer pero les encanta y se proyectan cañón). O sea, sigo escribiendo culeramente, con faltas de ortografía y redacción, sin un puto estilo y reflejando la nula capacidad del mexicano de construir una oración escrita para expresar lo que siente de una manera clara, eficaz y entendible. Nel, no me refiero a eso, me refiero a la enjundia... a esa pinche emoción de conectar mi ordenador y tener esa maldita ansiedad/necesidad de escribir y contar cuanta pendejada se me ocurriera.

No sé si era por la emoción de tener un artefacto digital como tu bitácora en blogspot o de que si realmente tenías esa alegría y enjundia por contarle a todo mundo lo que hacías y pensabas. O de que ya en definitiva soy another brick on the wall y el maldito sistema me obliga a tener menos tiempo para escribir mis experiencias con la gente que tanto odio (si, ustedes, gente) y dedicarle más tiempo a la Bestia de 7 cabezas, diez cuernos y sobre ellos diez coronas con un nombre blasfemo que me obliga a trabajar y rendirle tributo a la Gran Pirámide del Ojo que todo lo ve. No lo sé, o tal vez si lo sé pero me hago pendejo como todos ustedes y creen que las cosas nunca cambian...¿será?

Ese día, anterior al Alerna-Day, repasé algunos posts de años anteriores, leí algunos y me di pinches cuentas de que el niño Titito ya se había ido... ¡chaaaaales! ¿Por qué? ¿cómo, cuándo o dónde? No lo sabía aún. Al terminar de leer como 4 posts, de repente me di color de que el Titito de hoy se reía de las pendejadas del Titito del ayer...

¿Saben qué se siente? Pues nada fuera de lo común. Te sientes como si estuvieras leyendo a alguien extraño pero que conoces perfectamente como los tres lunares de Kerigma. Una sensación de que algo no está bien. A ver, me explicaré:

En mis inicios tenia como emoción y la proyectaba; ahora, para postear algo me llena de una inmensa weba, o por decirlo de una manera más mamona y políticamente correcta, no había un tema que valiera la pena postear. Como que de unos años para acá el Titito Alernaboycito desapareció para que surgiera El Pinche Mamón...¡¡Dios mío!! Esto parece pelea entre personalidades en un mismo cuerpo: Alernaboy vs. El Pinche Mamón.

Y sí, El Pinche Mamón llegó un momento para invadir Alernaland y convertir esa tierra de oportunidades mamonescas en mamadas y chingaderas. Ese momento se plasmó cuando aparentemente Alernaboy quería dejar de escribir mamadas y sentirse más serio (¡mooocos!)
¿Quieren recordarlo? pushenle aquí

Chales, neta cómo ayudan los blogs a hacer un recuento de tu vida, sobre todo cuando cumples años de vivir en la Tierra. Repasas lo que contaste, te da nostalgia de tí mismo como en las fotos que te tomas en los momentos Kodak (y más ahora, que todo mundo trae su camarita para todos lados y el momento Kodak se convierte en el momento Kodak eterno, porque todos andan viendo las fotos en vez de vivir el momento Kodak y posteriormente revivirlo al haber revelado el rollo de la cámara) y te das cuenta que tu entorno te hace cambiar, o las putas experiencias de la vida te hacen darle vuelta a la tuerca. En fin.

Pues ya estuvo bueno de tanta pinche mamada de El Pinche Mamón.
No more Mr. Pinche Mamón.

Eso sí, seguiré siendo ecologista digital, seguirá habiendo el Departamento de Quejas; pero trataré de ser como el pendejo que escribió esto (si, wey, dale click para ver lo que escribió el pendejo).

Bueno, ha comenzado una nueva era en Alernaland...

Chales, cómo me tomo tan en serio estas babosadas...
Abur!